viernes, 12 de diciembre de 2008
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Gloria MiládelaRoca: la naturaleza abstracta y salvaje del trópico
Acaba de llegar a la entrevista y ha desplegado sus obras. Una inmensidad de dibujos basados en el medio natural venezolano ocupa ahora el suelo. Con la misma fe del primer día que agarró el lápiz en sus manos, hoy sigue investigando sobre el movimiento de las formas y la luz. La venezolana expone en noviembre junto a otros artistas en el Doral Cultural Art & Gallery.
“Fui una mujer muy rebelde...la más rebelde de mi casa”, manifiesta la venezolana.
Eduard Reboll
Especial ExpressNews
Nació en Caracas, pero se crió en Puerto La Cruz. Huyendo de la situación política que acosa a su país, se trasladó hace tres años a Estados Unidos. Creció en una pequeña urbanización donde sólo podía alternar con niños. “Fui una mujer muy rebelde... la más rebelde de mi casa, donde había dos varones más. Mi madre esperaba una niña delicada. Pero yo prefería la carpintería”, confiesa.
Gloria MiládelaRoca ama los cerros y valles que cualquier paisaje ofrezca, y con su intuición femenina e inteligente aprehende la realidad y la transforma con sólo dos colores en el papel: el crudo que le ofrece el soporte y el negro del carboncillo.
En sus dibujos se vislumbra un sentimiento de espontaneidad y unos trazos agudos que se van uniendo y que recuerdan a la vegetación selvática. A veces, incluso, me recuerda a la forma de algún animal. ¿De donde proviene su inspiración?
Está basada en el cuerpo del águila y en la trama de sus alas. Pero en algunos temas salen en las formas de los reptiles. Las serpientes fueron las mascotas de mi infancia. Mi mamá me tiraba las culebras ratoneras que yo cogía del campo y yo, antes de enderezarlas en mi brazo, les hacía una casita. Los trabajos tienen que ver con mi pasión por el vuelo y la libertad. Mis obras son como una bitácora donde yo misma sigo una ruta establecida. Así puedo saber más de lo que sé, e indagar en lo que yo quiera. Mi constante sentimiento de insatisfacción hace que investigue en todo momento. Cuando yo me muera, espero saberlo todo...aunque el auténtico conocimiento vendrá después de la muerte.
Todo artista tiene un momento donde parece que su destino cambia de rumbo o se inicia en un nuevo viaje ¿Cuál ha sido el suyo?
Siempre percibí que las artes me atraían. La vida de artista es bastante dura, de manera que cuando sentí que ya tenía bases estables y tiempo suficiente para dedicarme de lleno lo hice. El arte es una actividad que exige determinación y perseverancia.
¿Qué necesita a diario para empezar su trabajo como dibujante o escultora y cómo lo inicia?
Yo tengo mucha rutina. Comienzo haciendo una reflexión acerca del mensaje de mi obra y, tomando en cuenta ese momento y la circunstancia del mismo, trato de escribir en un lenguaje diferente lo que deseo. Así inicio mis anotaciones. Considero que el arte es un trabajo y como tal se le debe disciplina, por lo tanto, procuro ser muy metódica a la hora de empezar a trabajar. Luego, las ideas van llegando por si solas…un trazo me lleva al otro y así continuo mi trabajo hasta culminar mi obra.
Desde el punto de vista de la abstracción pictórica parece difícil determinar sus temas, si bien se deduce que el medio natural está presente en su estado más puro. ¿Cuál es su temática favorita a la hora de plasmar sus dibujos o cincelar sus esculturas?
La naturaleza es perfecta, de manera que mis trabajos están basados en ella. Sólo se necesita revisar muy profundamente cada uno de nuestros sentidos y podremos comprobar como todo esto se conecta en un momento determinado. Encontré una manera de expresar muy particular y es la que mantengo hasta hoy: el llamado de mi conciencia. Trato de ser radical en cada tema. Así es el mundo en que me sumerjo. A nivel mundial, la conservación del medio ambiente se toca muy a menudo en las artes plásticas, como también la denuncia que tiene como fondo el maltrato, la destrucción y el deterioro de nuestro entorno.
¿Qué diferencia ve entre el arte de Venezuela con respecto al que se hace en EE.UU., y más concretamente, el que se produce en Miami?
Conceptualmente, me he dado cuenta de que en la actualidad los artistas plásticos venezolanos están viviendo una muy fuerte controversia en cuanto a su derecho a “ejercer” como tales artistas. Esto queda reflejado en los que viven en el país y lo denuncian cada día con mayor fuerza en sus exposiciones. Por lo tanto, quedará inmerso en cada uno de nosotros tomar la decisión de plasmar el descontento o participación en el plano que nos corresponda, bien sea político, ambiental o social. En mi caso, yo aporto la belleza de mis orígenes salvajes.
Por último, ¿con qué artistas se identifica más en su trayectoria como creadora plástica?
Con el colombiano (Alejandro) Obregón: su obra me parece que transmite una pasión y una fuerza increíbles. Pedro Barreto, mi inolvidable maestro, a quien tuve muy cerca. Escultor y hombre con la sencillez en la palabra, pero lleno de una inmensa calidad artística y humana y con una obra nítida, limpia. Y obsesionado, a mi parecer, con la perfección y la monumentalidad. Dentro de los clásicos a (Diego) Velázquez, por el manejo del retrato de los personajes en su época.
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