Amigo Siempre…
Te dedico estas frases, con ánimo de que donde estés, te llegue mi eco y te lo lleves en tu viaje al infinito, con la intención de que sepas para siempre, que tu huella ha quedado plasmada en mi alma y en más de un alma. Permíteme, Amigo Pedro, agradecerte que me hayas enseñado el significado de la perseverancia con el transcurrir de tus cosechas y con ellas, el significado de talento.
Tu, una vez dijiste: “Yo trabajo para reconfortar mi alma. Nosotros, los artistas plásticos, los poetas, músicos o escultores, somos curanderos del alma”, pero eso no es justo! , Un Artista es curandero de mucho más que el alma, un Artista como Tu cura y enseña al alma a ser como quiere y como debe…
Pude conocerte, pero solo un pedacito… Uno nunca termina de conocer a un Artista, ellos siempre están en una constante evolución. Pude apreciar en nuestras simples conversaciones, tu permanente capacidad de inventar, de crear y deducir, para luego plasmar, para luego hacer…
Yo no quiero despedirme ni ahora ni después…no puedo, no podemos. Tu estas allí y no habrá manera de que salgas de nosotros ya que tu encantamiento, ese mismo que tú has sufrido se ha quedado entre nosotros, nos has dejado tu trabajo y con el tu vivencias y tus sueños.
Maestro de Maestros.
Nunca dudaste en darnos a quienes sufrimos de aquella clase de hambre por el arte, tu legado: Entender como nuestros sentidos absorben física y emocionalmente los impulsos externos como los sonidos, los colores, el paisaje y cualquier otra cosa que nos rodeara, y como lograr el transformarlos y proyectarlos en creaciones plásticas.
Nos enseñaste a valorar nuestras facultades sensitivas y animaste a tomar conciencia de cómo estas determinan nuestra memoria y capacidad de disfrutar de las experiencias vividas, infundiendo con tu ejemplo el respeto al arte en todas sus expresiones y por extensión a nuestro entorno, despertando nuestra curiosidad y creatividad y ayudándonos a revelar en nuestro interior aspectos desconocidos de lo cotidiano.
Con un lenguaje sencillo nos brindaste la oportunidad de aprender a atrapar aquellos sentimientos que, como ejemplo, en el esplendor de tus esculturas, vimos y entendimos tu identidad en claras y alegres expresiones. Tus palabras: “Sigo aprendiendo a medida que voy trabajando y no me detengo”, calaron en todos tus pupilos, para seguirlas con permanencia en sus oficios por haber entendido el mensaje.
En mi y hasta me atrevo a decir, en nosotros, tienes un espacio creado para vencer a los incrédulos y avanzar sobre los vencidos pero sobre todo para continuar tus enseñanzas de no contaminarnos como artistas, y mantener una identidad y un lenguaje. Sí, nos dejaste la puerta abierta
Oh, Pedro, que esplendido, que desprendido!, Como negarte, como olvidarte … eso jamás!
Siempre contigo,
Gloria